A Frank Sinatra le sucedió algo inusual con una canción que despreciaba cada vez que podía, pero en realidad era uno de sus clásicos temas.
Esto de cantar canciones a las cuales el mismo cantante detesta suele ocurrir en el mundo del arte y especialmente en la música.
Las canciones más pequeñas, simples, se vuelven populares y los artistas que lo tenían como relleno se quedan con ellas.
Frank Sinatra no fue una excepción a este rasgo incómodo del negocio de la música.
Lo curioso es qué canción que Frank Sinatra odió durante muchos años fue “Strangers in the night” la cual alcanzó el puesto número uno en las carteleras cuando en 1966.
En esos años todos los músicos del mundo, sí o sí, tenían que competir con cuatro tipos más o menos talentosos llamados The Beatles.
Frank Sinatra detestaba la canción
Dice la leyenda que la reacción de Frank Sinatra cuando le mostraron la canción le dijo a un asistente llamado Irving Weist: “No quiero cantar esta mierda”.
Hubo un punto de inflexión en la carrera de Sinatra: en 1960 fundó su propio sello discográfico Reprise para no depender de otros. Frank quería tener control artístico sobre su carrera y elegir con qué músicos e intérpretes trabajaría.
Los nuevos movimientos lo conmovieron y su propia independencia lo acercaría más a las nuevas tendencias.
En 1966 Frank Sinatra cedió a las “recomendaciones” comerciales y grabó la canción que odiaba. Más aún: la canción con el título del disco y el fenómeno empresarial coincidieron con los empresarios. La canción pertenece al autor Bert Kaempfert.
En ese momento los autores componían y regalaban -casi buscando- músicos reconocidos para grabarlo y generar ganancias. Además de ser un éxito de ventas Frank Sinatra se acostumbró a cantar la canción.
Todo se dio a conocer casi diez años después con motivo de un espectáculo en directo en Jerusalén. “Hay una canción que no puedo tolerar, simplemente no puedo tolerarla. ¡Que demonios! ¡Hagámoslo! ”, El hombre lo presentó al público sorprendido. Otras veces regañaba el tema e incluso se burlaba del gusto de la gente por amarlos tanto.
Pero nunca dejó de hacerlo. “Es la peor canción que he escuchado” o “Se acerca el momento atormentador, no para nosotros, pero sí para mí” fueron otras expresiones que eligió para presentarla.