Muchas hemos caído en la tentación de lucir por un período mayor a una semana uñas impecables, lindas, con hermosa apariencia y sin las odiadas “saltaduras”.
Tanto es así que la tendencia de usar un manicure permanente y que en un principio fue utilizada por muchas mujeres solo para “ocasiones especiales” o simplemente “verse más bellas“, en la actualidad la mayoría la ha adoptado como una práctica habitual a la hora de hacerse la manicure.
Sin embargo, a pesar que seduce por la promesa de larga duración y por el hecho de que se seca rápidamente, expertos europeos advierten que el uso de productos de esmaltes semipermanentes en este tipo de manicure puede implicar riesgos.
En relación a esos productos hay que poner cuidado especialmente con los que son secados con lámparas UV ya que esta acción podría acarrear más de un riesgo para la salud.
Manicure permanente y sus riesgos
La dermatóloga Nayra Merino dijo que el esmaltado permanente ha provocado un aumento de pacientes con dermatitis de contacto lo cuales estarían en riesgo de tener infecciones, asma así como rino-conjuntivitis luego de hacerse un manicure permanente.
Ella sostiene que algunas consecuencias serían pérdida de brillo, cambios de color y mayor fragilidad en las uñas.
A esto se suman reacciones alérgicas e, incluso, la aparición de infecciones por hongos o bacterias.
Sin embargo, estos no son los únicos problemas que provoca el manicure permanente ya que en una nota aparecida en el sitio estetic.es la dermatóloga española Cristina de Hoyos, advierte sobre los riesgos del uso de las lámparas para secar las uñas. “
Para poder endurecer el material acrílico que se coloca sobre la uña se suelen usar pequeñas máquinas o lámparas de rayos ultravioleta que con el calor fortalecen la manicure, pero que a la larga provocan también daños en la dermis que ya se está viendo que pueden provocar cáncer de piel”, asegura.
Casos conocidos
Es más la especialista, sostiene que en Estados Unidos ya se conocen casos de mujeres que recurren habitualmente a este tipo de manicure y que se han tenido que quitar algún tumor de piel debido a las lámparas de rayos UV que se usan para ese proceso.
Finalmente, en cuanto al retirado del esmalte de manicure aparece otro problema, como la uña ha perdido dureza y está blanda, al limar el material muchas veces se llega a perder no solo la primera capa, sino que se llega a perder por completo la capa ungüeal de la uña, que es la encargada de proteger esta parte del cuerpo.