Por: Mario Sotelo

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha confirmado que la autopsia en el caso de Kimberly Araya Granados terminó de confirmar que se trata de un asesinato.

En lo sucesivo, Se ha considerado la manera de muerte como homicida, desde el punto de vista médico legal.

Un análisis se basa en la escena, el sitio y la forma del hallazgo del cuerpo para llegar a esa conclusión.


Por otro lado los expertos forenses descartaron que el asesino utilizara un arma para atacar a la mujer.

“Se descartaron fracturas recientes, heridas por proyectil de arma de fuego y heridas por arma blanca“, decía el extracto del un amplio informe.

Aunque no es posible establecer la causa de muerte, fuentes judiciales señalaron que la hipótesis principal tal y como se dió a conocer semanas atrás es la asfixia.


El principal sospechoso del crimen en el esposo de Kimberly Araya, identificado con los apellidos Pérez Mena, quien le habría dado muerte a la joven madre cuando llegó de su trabajo en San Luis de Santo Domingo en Heredia, luego que h subió el cadaver hasta su automóvil, para llevarlo a una zona ubicada a kilómetro y medio del túnel Zurquí, sentido San José-Limón.



El sospechoso volvió un día después del crimen regresó en el vehículo que conducía hasta donde tiró el cuerpo de su esposa a revisar si era visible.

“Esta persona venía en un vehículo con un bulto detrás en la parte trasera del carro y una sábana que lo cubría, había venido alrededor de la media noche del día que ella desaparece”, comentó Randall Zúñiga, director del OIJ.

Se dice que el guindo donde fue tirado el cuerpo se calcula de 20 metros de altura.