Por: Mario Sotelo
El balance de migrantes muertos por la crecida de un río en una remota zona selvática de Panamá subió a 16 informó este jueves el Presidente panameño José Raúl Mulino. El número son 16 dijo el mandatario en rueda de prensa un día después de que la Policía Fronteriza Panameña informará que lo migrantes muertos eran 10. Sus nacionalidades no han sido informadas.
La tragedia ocurrió dentro de la comarca indígena de una Ayala cerca de la frontera con Colombia una aislada zona selvática que se ha convertido en corredor de miles de migrantes que desde Sudamérica marchan hacia Estados Unidos. Los cuerpos de los migrantes fueron enterrados por lugareños, la autoridades creen que lo hicieron para ocultar su complicidad con traficantes de personas.
"Enterrar sus cuerpos sin dar parte a las autoridades es un delito que tiene que investigarse como corresponde", dijo Raúl Mulino. La Policía Fronteriza Panameña afirmó el miércoles que la delincuencia organizada transnacional a través de colabores locales de estas comunidades costeras del Caribe insisten en utilizar pasos no autorizados poniendo en grave riesgo la vida de estas personas. "Ese es el riesgo que se corre cuando se sale de la ruta controlada", afirmó Raúl Mulino. "No es que la ruta controlada sea la panacea pero por lo menos está más protegida", añadió. En semanas recientes el Gobierno panameño cerró varios senderos utilizados por migrantes en la jungla del Darién y abrió un corredor humanitario para controlarlos y evitar que sean atacados por bandas criminales.
Las autoridades panameñas desconocen el número exacto de personas que mueren en estás travesías por lo inaccesible de la selva y por que a veces los cuerpos son devorados por animales. En 2023 más de medio millón de migrantes cruzaron esta jungla de 575,000 hectáreas pese a peligros como ríos caudalosos animales salvajes y grupos criminales. La mayoría son venezolanos aunque también destacan ecuatorianos, colombianos, haitianos y chinos. Para tratar de reducir el flujo migratorio Panamá y Estados Unidos firmaron un acuerdo el 1• de julio mediante Washington se comprometen a financiar con $ 6.000.000 la deportación y expulsión de personas que crucen el Darién.