Probablemente usted habrá escuchado o visto en algún libro, revista o incluso en la televisión, alguna historia sobre la esbelta figura en bronce, que inmortaliza la experiencia de un Parriteño, ya hace muchos años con una Sirena, que dicen por ahí solía acercarse a las playas de Esterillos Oeste de Parrita.
La Revista TicoCR Noticias, le trae a ustedes la Historia o Leyenda directa de la Sirena de Esterillos.
Entonces , fue hace más de 50 años cuando Don Fernando Mora, llegó a tierra Parriteñas proveniente de Puriscal. En aquel tiempo las playas estaban casi deshabitadas y remotas, y no existían caminos para llegar a ciertas partes , sino que se utilizaba la playa como medio de acceso.
Cuando Don Fernando, que tantas veces transitaba por la playa de Esterillos, que en el verano del sesenta y ocho observó con curiosidad , que una mujer de hermosa figura y piel bronceada, solía aparecérsele cerca de las Caletas, él con asombro observaba la parte de arriba del cuerpo de aquella joven, que no se cubría con nada; sus pechos saltones y el pelo largo, con una mirada de mar infinito, lo atraía cada día a buscar entre las olas la tierna jovencita.
Sin embargo, Don Fernando nunca había observado las piernas de aquella dama. Siempre estaban sumergidas en las olas.
Al transcurrir de algunos días parecía estrecharse la confianza entre aquellos seres hasta que Don Fernando se atrevió a acercarse y preguntar a la joven , quién era! y por qué! no vestía nada en sus pechos.
Por supuesto que la joven inmediatamente se sumergió , y apenas dejó ver la punta de una enorme cola.
Cuenta Don Fernando que él a pesar de observar aquello no quedó convencido de la idea de que aquella joven pudiera ser otra cosa que una mujer.
Continuó Don Fernando relatando su historia, explicando con detalles aquel día cuando escuchó los cantos de la extraña joven.
Era una tarde de aquellas casi rojas , cuando el sol se pone. Estaba ese día la joven a la orilla de una roca, observando el sol ponerse y emitiendo melodías nunca escuchadas, casi melancólicas como gemidos de una Diosa , que aunque lo tenía todo y el mar era suyo, le faltaba algo o lo había perdido.
Ese día Don Fernando sí observó su cola completamente, y aturdido quiso huir sin lograrlo. Aquella Sirena lo había detenido con su mirada de cielo y lo hizo acercarse.
Don Fernando hace una pausa en su relato, se queda observando el mar y de pronto con vos pausada dice: ” Sí, sí era una sirena , yo la vi , ella me lo confirmó con su mirada de cielo y con esa misma mirada me hablaba como en otro lenguaje que yo entendía perfectamente. Me contó su historia, muy larga, muy triste, me dijo cuál era su futuro, me adivinó el mío. La Vi otras veces y hablamos; un día no la vi más. Ya lo sabía que no la vería más. Desde ese año quise siempre inmortalizar su figura, su mirada de cielo, y en 1997 puede lograr ese objetivo”.
Don Fernando Mora financió la construcción de una escultura de bronce y la ubicó en las rocas del mar, que cuando crece la marea parece como saliendo del agua.
Como se cuenta en la leyenda Griegas y Mitológicas, ya no solo en el Mar Jónico existen registros de la existencia de estos misteriosos seres. También aquí en Costa Rica , queda el registro para la Historia de un testigo que vio , y compartió con unos de estos seres. La Sirena de Esterillos, la bella Ondina del Mar.
Se dice que la escultura la construyó un Señor de Puriscal de nombre Abdulio Valverde , conocido como Billo. Y que se graduó, después, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica.
Créditos : a Alberto “Beto” Mora.
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